miércoles, 26 de febrero de 2025

FILOSOFIA BÁSICA

 

La "luz" nuestra dirige en su corazón a la persona. 

Así, la luz de los demás también dirige nuestro corazón. 

Esta luz está viva, por ella se rige Dios y todos nosotros.

El escepticismo va en contra de las sectas y esta luz nuestra es la que impide de auto-engañarnos, auto-concienciándonos.

Mientras más cultura tengamos más luz agarraremos junto a la lógica; que es lo que Dios nos presta, para dirigir a la Sociedad.

Pues, sin lógica, todo será caos y guerras.

También, tenemos conceptos que damos por sabidos pero a la hora de la verdad, nos cuesta dibujarlos.

Ejemplo: un yate.

Esta luz con ahínco y curiosidad nos da la sabiduría.

La luz equivocada sería el engaño y la mentira.


RAQUEL Y. J.

martes, 11 de junio de 2024

TORTILLA CAPRESE

Uno de mis platos favoritos es la tortilla de patata. Todo el mundo ya conoce la receta y la cantidad de ingredientes que se pueden añadir, como pimientos, calabacín, chorizo, atún....

Por lo que hoy nos apetece compartir la receta de la tortilla caprese para que la probéis y así podáis añadir una nueva fórmula  a vuestro recetario 😋

Ingredientes que vamos a necesitar:

  • 2 huevos grandes
  • 2 rebanadas de queso mozzarella
  • 20 gramos de manteca
  • 4 tomatitos cherry
  • 1 cucharada de leche
  • 3 hojas de albahaca
  • sal
  • pimienta



Pasos a seguir: 
  1. Batir los huevos para romper la liga con la leche, una pizca de sal y pimienta.
  2. Calentar la manteca en una sartén.
  3. Agregar la mezcla de los huevos y dejar que se cuaje pero no completamente. Poner sobre los huevos aún sin cuajar del todo los tomates cherry cortados por la mitad, la mozzarella, , pimienta y albahaca.
  4. Doblar la tortilla por la mitad para sellar bien y retirar del fuego.
  5. Esperar un minuto y listo para servir

martes, 14 de mayo de 2024

ALEGRÍA

     



    Una de las mayores alegrías de mi vida fue cuando mi hija Noa dio sus primeros pasos. ¡Pensé... qué alegría, ya no tendré que cogerla en brazos! Pero al instante, uffffffffffffffffffffffff lo que me espera, correré un maratón detrás de ella... y ¡lo en forma que me voy a poner!


    Durante mi infancia los mayores momentos de alegría eran cuando llegaban las Navidades. Nos juntábamos unas cuarenta personas entre familiares y amigos. Los niños correteábamos por toda la casa, las mujeres chismorreaban mientras preparaban la cena y los hombres a hablar de temas de hombres con sus copitas. A mitad de la cena, mi abuelo siempre aparecía de repente vestido de mujer y nos hacía show.¡Qué divertido era eso de hablar todos a la vez y no parar de reírnos!


    Para mi los mejores recuerdos los tengo cuando nos reuníamos toda la familia para ir de excursión al monte o a la playa. A mi me gustaba coger grillos, lagartos, ranas y en la playa mejillones. Otro momento alegre e intenso fue mi primer beso. Ella era muy honesta, alegre y divertida.


    Uno de mis instantes maravillosos era la noche de Nochebuena por la llegada de Papá Noé y la de Reyes por los regalitos que nos dejaban. Estas dos noches se dormía poquito por la emoción y las ganas de abrir los regalos. Les dejábamos chocolate para ellos y el agua para los camellos.


    Los tiempos de más diversión era cuando nos juntábamos los primos en el pueblo en la casa del abuelo todos los veranos durante nuestra infancia. No parábamos de jugar, las ricas meriendas de bocata de nocilla hechos por la tía María y por las noche ver juntos la televisión.


    ¡Qué maravilla los días de playa! Cogíamos toda la cacharrada y más, y todos al coche a pasar el día. Recuerdo que el niño que no cabía, le escondíamos bajo nuestras piernas, ¡qué divertido! Íbamos cantando loo que surgiera, cuando llegábamos tirábamos todos los bártulos que llevábamos. Ocupábamos una de las mesas y organizábamos toda la comida...ensaladilla rusa, langostinos, tortilla patata, pollo empanado, aceitunas, jamón serrano, patatas fritas... Luego nos metíamos todos en el agua como patos, nos tirábamos por los toboganes hasta la hora de comer. Por la tarde, de vuelta como pez en el agua, hasta que se hacía de noche.


   


Después de acabar los estudios de formación profesional de soldadura, una de mis mayores alegrías fue que me contrataron, y estuve nada más y nada menos, que la friolera de 12 años trabajando para la misma empresa.