INVIERNO
Las lunas saben más a plata a medida que avanza diciembre. Se va el otoño a pasitos quedos; viene el frío helador, y en las calles cuelgan ya las luces de Navidad.
En otro tiempo, fuera del de los relojes, algún corazón está encogido y aterido por no poder latir al lado del otro.
Pasan parejas del brazo, grupos con niños, y tú vas a paso ágil, sin fijarte mucho en nadie, pero con un anhelo oculto en el pecho.
Va a llegar el invierno como todos los años, sin que se pueda evitar, sin que se quiera eludir, porque, en el fondo, es la estación de la espera dulce y abrigada que precede a la eclosión de la primavera.
!Cualquiera sabe lo que bulle por dentro de las cabezas de los paseantes!
Llegas a casa, y te olvidaste poner la calefacción. A veces..., te sientes deprimido.
La depresión es una especie de invierno personal, humano. Uno se encoge en sí mismo y se arrebuja en su tristeza, y siente frío en el corazón, y el cerebro está aterido: se congela toda acción.
La ausencia del amado es otro frío, tenue y solapado, medular.... Sentirse solo en pleno verano, encierra un invierno diminuto que se extiende por la piel, ávida de ser acariciada, incompleta sin el tacto del otro.
Y cuando ese otro existe, tiene un cuerpo y un nombre, es más fuerte el desamparo de no ser comprendido.
Los parques están en estado de latencia en invierno: las ramas de los árboles al descubierto, faltan las flores, y el césped tiene un manto de perla y escarcha.
Y tú pasearías con tu amigo, con tu amor, y el pecho estaría cálidamente latiendo al compás de él.
También es posible enamorarse en invierno. Encontrar respuesta a las llamadas silenciosas que harías cuando vagabas solo por la ciudad.
¿Pero, qué tiene de especial esta estación, la reina del frío?
Crecen los días, y los biorritmos se van modificando. Es el puente entre la decadencia del otoño y la exhuberancia de la primavera. Invita a meditar, a recogerse sobre uno mismo y reflexionar.
¿Y si tu destino es quedarte sin ser amado? Habrá otras maneras de vivir de ese modo que lleven alegría a tu vida. Algo faltará, pero también en el invierno falta la potencia esplendorosa del sol de otras estaciones, y se vive. Cada cosa sucede por algo.... ¿o no?.
3 comentarios:
Me parece un relato muy bueno. Enhorabuena a la escritora
Me parece un relato muy bueno. Enhorabuena a la escritora
precioso relato interesante enorabuena a la campeona
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