LEÓN MEDIEVAL

     El viernes pasado, día 14 de junio, tuvimos la oportunidad de conocer la historia del León medieval gracias a uno de los mayores expertos en este tema.

     En  un principio León carecía de plaza Mayor, su construcción se debió a la necesidad que tenía el consistorio de un almacén de trigo, dada la obligatoriedad de disponer de pan como mínimo para un año.          Debido a su utilización como almacén, el edificio es de una notable estrechez. Actualmente el edificio alberga actividades de variado signo; se utiliza su balcón como escaparate de los distintos escudos de las cofradías de la ciudad.

     En un principio los habitantes del interior de la muralla se veían obligados al pago de impuestos, siendo ésta la razón por la cual buen número de habitantes se instalaron fuera de dicha muralla. De esta forma evadían el pago de los impuestos. Siendo el poder tan avaro, decidieron la construcción de una segunda muralla, obligando de este modo a que todos contribuyeran.

     Una de las puertas de entrada a la ciudad era Puertamoneda. Por allí se accedía a la ciudad de los que venían realizando el camino de Santiago o de otras localidades. En aquella época no existía la moneda única, sino que su valor se determinaba mediante la tasación del material del que estaban hechas procedentes de distintos países.

     En la calle Misericordia, Juan Carlos nos explicó el modo de construir de las distintas edificaciones. Como era la calle de acceso a la ciudad, allí estaban instalados todos los comerciantes. Los inmuebles seguían todos un mismo patrón: en la planta baja se destinaba al taller o comercio, en la primera planta se ubicaba la vivienda de los dueños y la segunda planta pertenecía a los aprendices. Si había hijos, se elevaba una planta a mayores.

     La visita culminó a los pies de nuestra hermosa Pulcra Leonina.