Mamá, querida mamá, este otoño te has ido hacia esos mundos lejanos; como tu decías. Pero tú estarás para siempre en nuestros corazones, porque tú eras un sol, siempre trabajando para ayudar a la familia, siempre arrimando el hombro para la consecución del buen fin.
Nos has dejado un gran ejemplo a seguir a lo largo de tu vida, tu simpatía, tu inteligencia, tu generosidad, y nosotros hoy, ante la inmensa pena que sentimos por tener que decirte adios, sólo podemos desearte suerte, y pedirte que desde el cielo, cuides de nosotros que buena falta nos hará.
Dice la leyenda que cuando un ser humano muere, aparece en el firmamento una estrella más. Que con su luz nos ilumines y que un día podamos celebrar la fiesta del reencuentro con todos nuestros seres queridos y la unión con Dios.
Siempre seré tu niña pequeña y siempre estaras conmigo porque yo, mamá, querida mamá, nunca te olvidare.
Mamá, querida mamá, tú eras el consejo y el apoyo en los momentos y situaciones difíciles de la vida, siempre tenias palabras de consuelo y de ánimo ante las vicisitudes que se presentaban en el camino personal de tus hijas, aportando soluciones adecuadas y válidas ya que a pesar de no tener una gran formación academica, eras una mujer de mucho sentido común para dar respuesta a las dificiles, encrujijadas de la vida y a los serios problemas que a los seres humanos se les presentan en su trayectoria vital y personal.
Tú, mamá, querida mamá fuiste la piedra angular que mantuvo unida a toda la familia, y con tu alegría , tu vitalidad, tu energia, nos hiciste felices, y nos enseñaste los grandes misterios de la vida, nos enseñaste a ser buenos ciudadanos, a saber trabajar, a perdonar, a rezar... a amar a -Dios , porque tú creías firmemente en la existencia de lo sobrenatural, y en que Jesucristo se identifica con Dios, y a amar a los demás, tratándolos con comprensión, con solidaridad, con generosidad con respeto... porque tu mamá querida mamá, eras muy buena.
Siempre formaras parte de mi vida, mamá, querida mamá. Pido a Dios vivir de tal manera que un día podamos volver a vernos y estar juntas en el Cielo.
Nos has dejado un gran ejemplo a seguir a lo largo de tu vida, tu simpatía, tu inteligencia, tu generosidad, y nosotros hoy, ante la inmensa pena que sentimos por tener que decirte adios, sólo podemos desearte suerte, y pedirte que desde el cielo, cuides de nosotros que buena falta nos hará.
Dice la leyenda que cuando un ser humano muere, aparece en el firmamento una estrella más. Que con su luz nos ilumines y que un día podamos celebrar la fiesta del reencuentro con todos nuestros seres queridos y la unión con Dios.
Siempre seré tu niña pequeña y siempre estaras conmigo porque yo, mamá, querida mamá, nunca te olvidare.
Mamá, querida mamá, tú eras el consejo y el apoyo en los momentos y situaciones difíciles de la vida, siempre tenias palabras de consuelo y de ánimo ante las vicisitudes que se presentaban en el camino personal de tus hijas, aportando soluciones adecuadas y válidas ya que a pesar de no tener una gran formación academica, eras una mujer de mucho sentido común para dar respuesta a las dificiles, encrujijadas de la vida y a los serios problemas que a los seres humanos se les presentan en su trayectoria vital y personal.
Tú, mamá, querida mamá fuiste la piedra angular que mantuvo unida a toda la familia, y con tu alegría , tu vitalidad, tu energia, nos hiciste felices, y nos enseñaste los grandes misterios de la vida, nos enseñaste a ser buenos ciudadanos, a saber trabajar, a perdonar, a rezar... a amar a -Dios , porque tú creías firmemente en la existencia de lo sobrenatural, y en que Jesucristo se identifica con Dios, y a amar a los demás, tratándolos con comprensión, con solidaridad, con generosidad con respeto... porque tu mamá querida mamá, eras muy buena.
Siempre formaras parte de mi vida, mamá, querida mamá. Pido a Dios vivir de tal manera que un día podamos volver a vernos y estar juntas en el Cielo.
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